LIBERALISMO
El liberalismo es una doctrina
que se basa en la defensa de las
iniciativas individuales y que busca limitar la intervención del Estado en la vida económica, social y
cultural.
Sistema
filosófico y político que
promueve las libertades civiles
y que se opone al despotismo. Democracia
representativa y los principios republicanos se basan en las doctrinas
liberales.
Corriente filosófica, económica y
política que promueve las libertades civiles y se opone a cualquier forma de despotismo.
Constituye la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho,
como la democracia participativa y la división de poderes.
PENSAMIENTO UNIVERSAL DE FRANCISCO DE MIRANDA
La historiografía venezolana bautizó a Francisco de
Miranda con el título de PRECURSOR de la independencia hispanoamericana,
dignidad bien merecida, pues, aunque existieron otros movimientos
antecedentes que intentaron la ruptura del pacto colonial, nuestro Prócer
fue el primero en concebir la independencia política de estos territorios
en términos globales, continentales, mucho más allá de pretensiones localistas
o autonomistas.
Sin embargo, consideramos que el
título de Precursor ha sido manipulado por cierta tendencia
historiográfica comprometida ideopoliticamente con las oligarquía
locales, con la intención de presentarnos un Miranda convertido en figura
histórica objeto de museo, coqueteando con la traición y cuya contribución en
el terreno de las ideologías político-sociales no trascendió el marco
de nuestra gesta libertadora. En consecuencia, este Miranda
con toda su grandeza, no se proyecta más allá del siglo XIX, y sólo
lo recordamos cuando se cumplen las fechas patrias ligadas a
nuestra Independencia. Para las nuevas generaciones de venezolanos este
Miranda les dice muy poco y resulta una figura lejana en el tiempo
y con ideas dieciochescas. Esta versión historiográfica del personaje en
cuestión es la que tiene como ícono la pintura de Arturo Michelena “Miranda en
la Carraca”, que aunque estéticamente incuestionable, nos trasmite la
idea de una persona derrotada, castigada por poderes terrenales y
supraterrenales. Ese no fue el Miranda que realmente existió.
La Venezuela del presente,
avocada a la consecución de un mejor destino para sus clases sociales
excluidas, debe optar por una historiografía emergente que revise la imagen de
Miranda que venimos comentando. En la rica documentación que nuestro héroe legó
a la posteridad, reposa no sólo un político de vara universal, sino también,
un ideólogo de incuestionable actualidad, apuntalador de los procesos libertarios
que el siglo XXI promete para la América Hispana, y que los
revolucionarios de estos tiempos debemos extraer del museo de la Historia
Patria y convertirlo en moneda ideopolítica de curso legal de la
contemporaneidad venezolana. Este nuevo Miranda al que no debemos vacilar en
denominar como el primer gran REVOLUCIONARIO de Hispanoamérica, se merece tal
dignidad, pues fue capaz de proponer como terapia correctiva para la asimétrica
sociedad colonial de su tiempo, ideas como:
1- La integración latinoamericana como contrapeso a
los grandes poderes políticos-imperiales de su tiempo.
2- La defensa a ultranza de la soberanía popular.
3.- La consecución para la mujer de sus derechos
políticos a fin de equiparare a su congénere masculino.
4.- La veneración y el respeto por la memoria de
muchos de nuestros caciques indígenas que prefirieron inmolarse antes que
tolerar la dominación hispánica.
5.- La inclusión social del indio como ciudadano con
todos sus derechos en la nueva sociedad por construirse.
6.- La abolición de la esclavitud.
7.- La inclusión social de negros pardos y mulatos
en plano de igualdad a las demás etnias constitutivas de nuestra sociedad
post-independentista, tal como lo evidencia la documentación sobre el
tránsito de Miranda por Coro, en 1806.
8.- La distribución de tierras entre todos
aquellos que se alistasen en el ejército independentista.
9.- La génesis de la lucha contra el latifundio
cuando propuso castigos para aquellos propietarios que descuidasen el cultivo
de la tierra por dos años consecutivos.
10.- Garantizó que en la Hispanoamérica liberada
ningún ciudadano sería molestado por sus creencia religiosas, así como la
abolición de la Inquisición: una perfecta tolerancia religiosa.
11.-Defendió la idea de que la iglesia católica
estuviera sometida al poder del Estado.
12.- La educación pública como herramienta para
formar ciudadanos.
13.- La enseñanza obligatoria de la Historia y la
Geografía como materia prima de la conciencia nacional.
14.- La práctica de una sexualidad humana sin
pacaterías religiosas, solamente basada en el conocimiento científico de la
persona humana. La sexualidad la entendió como parte de la naturaleza humana
que debía desarrollarse sin ninguna traba; en otras palabras, para
Miranda las exigencias del sexo debían satisfacerse sin prejuicio alguno.
15.- La independencia de los poderes públicos.
16.- El respeto a la inmunidad parlamentaria.
17.- La libertad de prensa.
18.- Fue un radical defensor de los principios
éticos: la posesión de recursos materiales sólo se obtendrían por esfuerzo
propio.
19.- Recomendó el trabajo como terapia curativa para
todos los vicios.
20.- Exigió una profunda reforma al régimen
carcelario de su tiempo.
21.- Se opuso tajantemente al expediente de la
tortura a los seres humanos.
22.- Se declaró en contra de la pena de muerte.
23.- Con su propio comportamiento nos enseñó que
quien se decide a hacer la revolución social debe estar armado con los más
profundos saberes científico-filosóficos de su tiempo, practicar un militante
desprendimiento de las cosas materiales y estar dispuesto a morir
por la realización de sus ideales.
EL BOLIVARIANISMO
Corriente de pensamiento político
teóricamente basado en la vida y obra de Simón Bolívar, que se ha convertido
con los años en una cuestión de culto con mayor o menor apoyo en los países
bolivarianos (Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Panamá y Venezuela).
El Bolivarianismo, como ideología,
une el republicanismo cívico-humanista y, según varios sectores izquierdistas,
el socialismo.
Origen:
El historiador alemán Michael Zeuske
identifica a José Antonio Páez como uno de los primeros militares que usa y
rinde el culto a Bolívar de manera clara. Hasta comienzos de la década de los
cuarenta del siglo XIX parte del congreso venezolano se había negado a rendir
culto a Bolívar. Páez y sus partidarios lograron finalmente en abril de 1842
que se aprobara por decreto la glorificación de Simón Bolívar. Páez también promovió
la exhumación del cadáver de Bolívar desde Santa Marta y su entierro con gran
pompa en Caracas. Páez quería también
reemplazar el nombre de Caracas por el de Ciudad Bolívar, pero no consiguió
apoyo para esa idea. La ciudad de Angostura sí se declararía Ciudad Bolívar en
1846.
Manuel Caballero también identifica el inicio
del culto a Bolívar con el traslado de los restos de Bolívar de Santa Marta a
Caracas, pero ve el paso definitivo a un culto permanente el 1883, cuando
Guzmán Blanco ordena la celebración del Centenario del nacimiento de Bolívar.
Ideología:
La ideología
bolivariana surge y busca imponerse en pleno siglo XXI tratando sostenerse en
los escritos de Simón Bolívar. Pero su origen es más bien el collage de
los principios de revolucionarios de Jean-Jacques Rousseau, Karl Marx, bajo la
opinión y las interpretaciones de Hugo Chávez. Es allí que esta ideología se
cristaliza. Nacida Venezuela entre los años 1999 hasta el día de hoy, ha sido
promovida por los chavistas por todo el continente. Los escritos de Simón
Bolívar durante la lucha de independencia son muy importantes para consolidar
la base intelectual del proyecto "bolivariano". Entre las fuentes más
influyentes son el documento de la Carta de Jamaica, el Discurso de Angostura y
el Manifiesto de Cartagena. Este idealismo busca resaltar "el derecho a la
educación pública gratuita y obligatoria", el evitar la intromisión de
"países extranjeros al ideal bolivariano" en las naciones americanas
bolivarianas, así como "la dominación económica de las potencias europeas
o de cualquier país que no comparta el ideal bolivariano. Propone, también la
integración energética, económica y política de los países de Latinoamérica.