CONCEPTO DE HEGEMONÍA
El origen de esta palabra es griego, y significa liderar, conducir, sobre todo utilizada en el ámbito militar, para designar al jefe de las milicias; y también se habla de hegemonía para hablar de las ciudades que ejercían su poder e influencia sobre el resto, como lo hicieron Atenas, que fue hegemónica en la Liga de Delos, formada para derrotar a los persas, y Esparta, que conformó bajo su hegemonía la Liga del Peloponeso, desde el 404 a. C hasta el 371 antes de la era cristiana, o sea entre la Guerra del Peloponeso, donde Esparta con su liga se impuso a la Atenas y a la Liga de Delos, y la Batalla de Leuctra, contra los tebanos, donde éstos obtuvieron la hegemonía.
La
hegemonía es un término que designa la superioridad de un elemento
(individuo, grupo político, religioso, social, económico) sobre otro, o de
grupos sobre otros y puede ser material, cultural o social. La
hegemonía en general es disputada y fuente de conflictos que intentan
desplazarla.
CONCEPTO DE OLIGARQUÍA
La oligarquía es una forma de gobierno en la que el poder se concentra en un reducido grupo de individuos o familias, casi siempre unidos entre sí mediante vínculos de riqueza, monarquía, nobleza, educación o poder militar. En los estados en los que este sistema aplica, el poder es ejercido por grupos prominentes y extremadamente minoritarios, los cuales suelen pasar sus influencias a las siguientes generaciones. La herencia; sin embargo, no es una condición necesaria para el mantenimiento de la oligarquía.
Si
miramos las oligarquías a través de la historia, podemos darnos cuenta de que
muchas de ellas gobiernan con rasgos autoritarios y tiránicos, mientras que
otras mantienen gobiernos relativamente estables y benignos. El uso del término
original le corresponde a Aristóteles, que pretendía referirse a un
gobierno encabezado por los más ricos de la sociedad. Hoy en día, el
término preciso para lo anterior es plutocracia, por lo que las oligarquías
pueden estar compuestas por individuos que no son ricos pero que sí poseen
conexiones e influencia en esferas importantes de la sociedad. Para evitar
confusiones, también cabe aclarar que las oligarquías pueden formarse y
subsistir sin la existencia de lazos familiares, a diferencia de como
ocurre en una monarquía.
MENTALIDAD CONSERVADORA
El espíritu conservador lo relacionamos con las fuerzas que se oponen al cambio, y con los esquemas de control que tratan de mantener el " Estatus quo”. Por ende la acción conservadora apoya lo estático, lo reglamentado y lo permanente.
El
pensador conservador, está limitado por un esquema moral tradicional, que es
definido por una sociedad y una jerarquía. Quienes no autorizan hacer cambios
en el contexto de las postulados filosóficos y morales. En este ambiente el
espíritu innovador muere, por la restricción y falta de espacio intelectual
Ramírez,
Israel, (2013). Infiere que los “conservadores se ven contaminados por el
dogma, la superstición y la intolerancia. Y los liberales por la anarquía, la
disolución y el libertinaje. Pero estos atributos no forman parte integral del
pensamiento filosófico de ambas corrientes. Sino que son producto de la
inseguridad e ignorancia de quienes las promueven. Por lo que estas
apreciaciones son limitadas.
OLIGARQUÍAS CONSERVADORAS EN VENEZUELA
Con relación a nuestro pasado, tenemos que fue el historiador José Gil Fortoul quien denominó como «oligarquías Conservadoras y Liberales», a aquellos sectores que detentaron el poder en diferentes momentos de nuestra historia.
En
cuanto a los conservadores, de acuerdo con dicho autor fue el círculo
gobernante, esencialmente identificado con el sector económico de los
comerciantes, que dirigió los destinos de Venezuela entre 1830 y 1847. Durante
este período ejercieron sucesivamente la Presidencia de la República: José
Antonio Páez (1830-1835); José María Vargas (1835-1836), cuyo
mandato constitucional fue completado por el vicepresidente Andrés Narvarte
(1836-1837), primero y, luego, por el vicepresidente Carlos
Soublette (1837-1839); de nuevo José Antonio Páez (1839-1843) y Carlos
Soublette (1843-1847).
El
personaje política y militarmente más influyente en esta etapa fue el general
Páez. En los primeros meses del mandato del presidente José Tadeo Monagas, a
partir de marzo de 1847, ese círculo fue paulatinamente marginado del poder,
hasta quedar completamente derrotado después de su enfrentamiento con el
presidente Monagas en enero de 1848. Historiadores como Augusto Mijares han
llamado al lapso 1830-1847 «Gobierno Deliberativo», basándose en el hecho de
que durante el mismo hubo una abierta discusión de los problemas nacionales y
cierto equilibrio entre las ramas Ejecutiva y Legislativa del Poder Público.